El interés por la fotografía nace en principio de reflejar los momentos familiares y evoluciona en mi caso por la admiración al conocer autores clásicos que analizan y retratan su contexto social.

En 2015 comienzo a formarme en fotografía y a desarrollar proyectos personales. Concilio la formación con mi trabajo habitual y en 2016 coordino un pequeño taller de fotografía con personas sin hogar, comprobando el potencial de la cámara como herramienta de empoderamiento. Una de las principales circunstancias de las personas sin hogar es la invisibilidad por lo que la cámara les redefine, no solo existen, sino que también observan. Me interesa especialmente este proceso y el desarrollo de un lenguaje creativo con colectivos vulnerables.

En la actualidad continúo en formación y formo parte de lmogen Calei, un proyecto que nos mantiene las inquietudes vivas.